Cada vez es más frecuente con gente que se pasa días enteros realizando excursiones u otras actividades al aire libre y esto implica en multitud de ocasiones que se tengan que preparar comidas y cenas. Por ello, el papel de los hornillos dentro de la cocina outdoor va ganando protagonismo.
Obviamente, si el trayecto no implica un esfuerzo máximo o el usuario no se pasa mucho tiempo fuera de casa es más sencillo traerse ya algo preparado de casa. Sin embargo, cuando la aventura es prolongada y necesita planificación es importante mantenerse siempre con los máximos nutrientes posibles y entonces la preparación más elaborada cobra mayor peso. Ya no es que los hornillos tengan una función importante a nivel de gustos, sino que su valor energético también es muy alto.
¿Qué tipo de combustible se debe usar?
Escoger entre un tipo de hornillo u otro dependerá de muchos factores como puede ser la altitud en la que se realiza la actividad o de qué tipo de acción se esté realizando. No es lo mismo irse de escalada o hacer senderismo o una ruta en bicicleta. Hay que tener en cuenta el peso y volumen que implica cada ejemplar y escoger el que mejor se adapte a las necesidades de cada uno.
La clave se encuentra en saber si se debe utilizar un hornillo de gas o una de combustible líquido. Los de gas suelen ofrecer una mayor potencia, pero es cierto que su transporte puede acarrear más problemas, sobre todo cuando se viaja a lugares más remotos. Por otro lado, la limpieza de los hornillos de gas es mucho más cómoda, ya que frente a un líquido que se puede derramar y que huele mucho más hay mucho menos que hacer. Por lo tanto, si no estamos hablando de una aventura extrema, la opción del gas suele ser más frecuente.
Por lo que respecta al almacenamiento de ambos casos la finalidad es la misma: mantener el combustible bajo presión. En el caso de los hornillos de gas, lo que se usa son cartuchos de distintos tamaños cuyo nombre más común es bombona.
¿Cómo actuar para obtener la mejor llama?
Cuando se escoge un hornillo hay que ser consciente del tamaño y superficie. Un ejemplar alargado y con un diámetro reducido, mantener el equilibrio no será nada sencillo. Es por ello por lo que existen modelos, como los de la marca Optimus, que permiten que el cartucho de combustible se adhiera directamente mediante un mecanismo de rosca. Es mucho mejor contar con una superficie amplia, con un centro de gravedad bajo y el sistema de roscado a la botella.
No obstante, para ganar aún más estabilidad es recomendable obtener un accesorio como un trípode que permite cocinar en terrenos más complicados. Por lo que respecta a la difusión de la llama, cuanto mayor sea el perímetro del quemador, superior será su difusión, pero, en cambio, si el fuego está menos concentrado es más fácil que se apague.
Un accesorio que también permite mejorar la experiencia es el del paraviento. Con él, el usuario consigue que la llama se mantenga potente en lugares más complicados y favorece a la vez un ahorro de combustible.
La importancia de recoger residuos
Los residuos que se generan usando un hornillo, especialmente los de combustible líquido, son muy nocivos para el medio ambiente. Al ser además material inflamable, se corre el riesgo de provocar un incendio con consecuencias muy graves, especialmente en épocas muy calurosas y secas. Por lo tanto, se debe procurar no verter nada en la montaña. También es importante ser consciente de ello cuando se escoge el sitio donde se empieza el cocinado.
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