Dentro del mundo outdoor cada vez es más frecuente encontrarse a personas optando por alimentarse con recetas liofilizados en vez de escoger comida ya preparada. Es una alternativa que ofrece un gran abanico de alimentos y permite preservarlos sin perder sus nutrientes durante una larga temporada. Además, su preparación es muy sencilla llenando solo con la bolsa de agua y su transporte no supone ningún problema para el usuario gracias a su ligereza.
La liofilización es un proceso de conservación de los alimentos en el que se pasa por un proceso de congelación y después descongela el alimento pasando por el vacío y con una presión atmosférica mucho más baja de lo normal. El resultado es un plato sin agua en su composición, lo que le permite perdurar años antes de ser consumido.
La diferencia entre un producto liofilizado y un producto deshidratado es que el segundo tiene una durada menor ya que no se quita la totalidad del agua del producto. En cambio, en los liofilizados sí. Por otro lado, el proceso de liofilización permite mantener el sabor original. Eso sí, al ser un proceso más largo y costoso, el precio final también suele ser un poco más elevado.
¿Cuáles son sus ventajas?
Además de mantener su sabor intacto, el proceso de liofilización produce unos alimentos más ligeros de lo habitual y esto facilita mucho su transporte. Al no tener gota de agua en su composición, el peso de cada alimento disminuye de forma considerable. Esto hace que llevarlo en la mochila, no suponga ningún inconveniente para el usuario. Además, cabe destacar que el alimento quedará intacto en todo momento y no se va a estropear.
Otra gran ventaja es el proceso de preparación, que no presenta complicación alguna. Lo único que se debe hacer es abrir el embalaje, llenarlo de agua hasta el indicador determinado y dejarlo reposar unos minutos. La duración dependerá del tipo de comida que se esté cocinando pero en ningún caso implicará una pérdida de tiempo exagerada.
Los alimentos liofilizados no son siempre la mejor opción. Si no se dispone de agua para rehidratar la comida no es posible prepararlo y ser ingerido. Por eso en ciertas condiciones extremas la comida preparada, o incluso de emergencia, pueden ser más satisfactorios para el usuario.
¿Los alimentos liofilizados son saludables?
Al ser un producto manipulado pueden aparecer ciertas dudas sobre su estado pero el usuario no debe temer en ningún momento por su estado de salud. La liofilización no es un proceso natural porque el proceso de congelación y descongelación se realiza en cámaras pero no se le añaden ningún tipo de conservantes ni colorantes a los productos. Tan solo se le eliminan sus moléculas de agua.
Lo que determina si un alimento liofilizado es saludable o no es el propio producto y su composición (calorías, vitaminas, minerales, etc.). También se debe tener en cuenta que la gran mayoría de embalajes ya actúan como protectores del producto contra factores como pueden ser la humedad y el calor.
No todos los alimentos pueden ser liofilizados y la razón es muy sencilla: no se les puede quitar toda el agua porque contienen demasiada y se estropearía el producto. Es el caso de ciertas frutas como el melón o la sandía, por ejemplo.
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